miércoles, 26 de noviembre de 2008

Una cosa en la que siempre hay que fijarse, tanto en el trabajo como en la vida cotidiana.

"Un zoológico japonés ha intentado sin éxito durante años que dos osas polares se apareasen, sin darse cuenta de que ambas tenían el mismo sexo, pensando que una de las dos era un macho.

Después de cuatro años de indiferencia mutua, un detalle dejó intrigados a los empleados del zoo: Tsuyoshi orinaba de la misma manera que Kurumi." (yahoo.es)

Y no contentos con el resultado del examen de ADN, lo anestesiaron y pudieron ver que el oso tenía genital femenino y por tanto era una osa

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